Absolutamente todos en el mundo hemos consumido alguna vez productos transgénicos; es algo tan común a lo que no le damos importancia, pero ¿realmente nos benefician o nos perjudican?
En el texto Productos transgénicos: ¿”Frankensteins” de la alimentación?, Gladys Velazco hace énfasis a la controversia causada mundialmente en torno al uso y producción de los organismos manipulados genéticamente, dado a que quienes están en contra de éstos argumentan que son nocivos para los seres humanos y animales, además de que provocan nuevas reacciones alérgicas, contribuyen a la progresiva ineficiencia en el suministro de antibióticos para combatir enfermedades, alteran el ambiente y afectan el equilibrio entre especies.
En 1996 se inició el empleo de semillas modificadas genéticamente en el mundo, cultivándose en aquel tiempo un total de 1.6 millones de hectáreas, cifra que aumentó a 58 millones para el 2002. En cuanto a las semillas modificadas a la fecha, están básicamente las de maíz, soya, papa, algodón, papaya y diferentes hortalizas.
El autor se basa en varios aspectos, por ejemplo, menciona que las grandes farmacéuticas transnacionales intentan ocuparse actualmente de toda la cadena productiva, que abarca el cultivo de materias primas, así como la elaboración y comercialización de mercancía hecha con insumos transgénicos. En cuanto a la manera que perjudican los productos transgénicos, Gladys afirma que propician la aparición de alergias y resistencia a los antibióticos, en tanto que para el ambiente, causan contaminación genética irreversible y eliminan variedades endémicas o silvestres.
Padre tu blog, aunque creo que puedes hacer mucho más si explotas tu lado artístico y creativo al máximo ayudándote de la literatura correspondiente...
ResponderEliminarSaludos
Margarita