jueves, 2 de diciembre de 2010

Museo Nacional de Arte


La visita que realicé el día 17 de Septiembre del año en curso a este museo fue muy grata y entretenida. Todas las obras llamaron completamente mi atención, sin embargo las que más me impactaron fueron las que se encontraban en las primeras salas del museo. Aquellas pinturas trataban acerca de situaciones religiosas, ya que en la mayoría de ellas aparecían tanto la Virgen María como Jesús.

Yo ubiqué estas pinturas en los estilos pictóricos del Arte Gótico, el Arte Romántico y el Renacimiento, dado al contexto histórico, los siglos que marcaban la creación de cada una de las obras y por las características religiosas y espirituales.

Pude distinguir en algunas imágenes que la representación de la figura de Dios (y demás personajes religiosos) era de tipo sobrehumano; lo manejaban como algo omnipotente. Ejemplo de esto fue el cuadro La asunción de la Virgen, ya que, al igual que en muchas otras pinturas, las personas (mortales) se ubicaban en la parte inferior de la imagen, en estado de clemencia, sufrimiento, admiración, etc. Mientras que la Virgen y Dios se localizaban en las alturas. Sin embargo, otras imágenes representaban a Jesús en situaciones de sufrimiento al igual que todo ser humano, tal como en La cuarta caída, obra que me sorprendió pues mostraba en el rostro de Jesús mucho dolor, sus gestos y, en si, toda la imagen, estaban bien representados, de hecho se podían apreciar las espinas incrustadas en su cabeza, algunas cruzaban la piel y volvían a salir. En esta y otras obras, Jesús aparece como un ser especial, pero al fin de cuentas humano o real.

Entre las pinturas que más me gustaron esta una en la que aparece una mujer dándole pecho a un vago; y La Virgen del Apocalipsis de Cabrera, pues la representación de la Virgen pisando la serpiente me llamó mucho la atención, las expresiones de los ángeles que atacaban a un demonio, la bestia de siete cabezas siendo derrotada por el Arcángel san Miguel, etc. Transmitían a la vez un sentimiento de temor por la escalofriante escena, y una inquietante lucha entre el bien y el mal.

También me agradó del museo la sala en que mostraban los componentes de una buena pintura, el dinamismo y cada uno de sus elementos. Esto nos demuestra todo el trabajo que se encuentra tras una obra de arte, cómo todo eso en conjunto la forman y le dan armonía y sentimiento.

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